Paraíso natural de estalagmitas y estalactitas
Descubiertas en 1969, cuando una compañía de Israel trabajaba en la construcción de la carretera del norte, las majestuosas, las Cuevas de Taulabé son un monumento natural de Honduras. Son 24 cuevas de origen natural y muchas de ellas se encuentran vestigios arqueológicos. En las cuevas se pueden apreciar las formas que han tomado las rocas con el paso de los años. Muchas imágenes formadas por las piedras arrancan la admiración de los visitantes, el ala de ángel, el buda y la torre salomónica son las más famosas por el tipo de estructura. Las investigaciones científicas, han dado por hecho que antes era un río subterráneo y aún quedan restos del mismo, pues después de los 300 metros se puede encontrar un pozo de agua muy cristalina. Las Cuevas de Taulabé representan una gran riqueza mineral que puede ser vista en muchas de las formaciones de estalactitas y estalagmitas.
Donde se encuentran estas cuevas
Este lugar se encuentra situado entre Siguatepeque y el Lago de Yojoa en el kilómetro 140 de la CA-5. de la carretera que une San Pedro Sula con Tegucigalpa Si posees vehículo propio y partes desde San Pedro Sula el viaje tiene un aproximado de dos horas de duración.
Las Cuevas de Taulabe estan abiertas de lunes a domingo de 8:30 AM a 4:00 PM. al ingresar a la cueva no se debe tocar nada, por el sudor o aceite de las manos que pueden dañar las formaciones naturales de estalagmitas.
Con salida al lago de Yojoa
Esta cueva tiene 300 metros de camino antideslizante con pasamanos para caminar con seguridad, sin embargo, la longitud registrada es de 921 metros y se cree que la cueva puede tener una salida en el lago de Yojoa, Copán, Santa Bárbara o La Paz. 700 metros fueron acondicionados con gradas, pasillos con pasamanos y un sistema de iluminación de colores muy potente. Por lo que, el recorrido se hace bastante fácil para cualquier persona. Después el tour se torna «extremo, ya que sólo se puede avanzar con equipo de seguridad adecuado y con un guía.
En 1972, acaparó la atención mundial porque en ellas estuvo escondido el aeropirata hondureño Frederick William Hahneman, quien secuestró un avión en EE.UU. y saltó en paracaídas en la región caribeña de su país con 303.000 dólares.
Hahneman, quien habría permanecido escondido unos 20 días en la Cuevas de Taulabé, al final, después de haber sido traicionado por un amigo, se entregó a las autoridades de EE.UU., donde fue condenado a cadena perpetua, pero solo estuvo 12 años preso. Fue liberado en 1984 y, murió el 17 de diciembre de 1991 a los 69 años de edad.